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Con el objetivo de reforzar y evaluar las buenas prácticas implementadas en la pesquería de jurel industrial de la macrozona centro-sur, el Instituto de Investigación Pesquera (Inpesca) y el equipo de Albatross Task Force (ATF-Chile), de la ONG BirdLife International, realizaron un taller en la que participó el personal embarcado de las compañías pesqueras Camanchaca Pesca Sur y Orizon, y que se repetirá también con el personal de las empresas Foodcorp, Landes, Alimar y Bahía Litoral.
En la ocasión, se realizó una completa revisión de la normativa asociada a la Ley de Descarte de jurel, incluyendo los resultados de su implementación durante los años 2020 y 2021. Asimismo, se reconocieron las brechas que se advierten entre los planes de buenas prácticas de esta pesquería y el desempeño generado por las tripulaciones, a través de una evaluación participativa por parte de las mismas.
Según explicaron desde el Inpesca, los primeros resultados indican que existe un alto nivel de compromiso en las tripulaciones hacia el cumplimiento de las buenas prácticas. Lo anterior, se ha traducido en un gran desempeño en acciones en conjunto, tales como el autoreporte, la generación de instancias de capacitación sobre aspectos bioecológicos de la fauna acompañante, con énfasis en captura secundaria como condrictios y pesca incidental (tortugas, mamíferos y aves).
Desde el Inpesca también destacaron que se han dado importantes pasos hacia la implementación de acciones complementarias a la mitigación en la pesquería de jurel, tal como transferencia de contenidos en manipulación y liberación de pesca incidental.
Según Carlos González del Inpesca, “creemos apropiado reforzar anualmente en las tripulaciones algunos conceptos para apoyar la implementación de las acciones de buenas prácticas los cuales están insertos en la normativa vigente, además de aspectos bio-ecológicos y de identificación relevantes de las especies de fauna acompañante y fauna incidental que han sido reportadas, y generar de manera participativa mejoras a las acciones de mitigación y de manipulación y liberación seguras sugeridas, que a través de la experiencia de implementación de esta normativa surgen de manera evidente como un aprendizaje desde las tripulaciones hacia el resto del sistema pesquero.
Cabe destacar que cada una de las medidas se encuentra detalladas en el Plan de Reducción al Descarte, Pesca Incidental (PRDPIJ), el Manual de Buenas Prácticas de Jurel (MBPJ; http://www.inpesca.cl/wp-content/themes/sahifa/landing/Manual-buenas-practicas.pdf) desarrollado entre Inpesca y compañías, incluyendo además protocolos de identificación, liberación o mantención de fauna incidental de mamíferos marinos, tortugas marinas, aves marinas, y condrictios.
La participación del ATF-Chile, equipo que ha trabajado y promovido mitigar captura incidental en pesquerías nacionales desde el año 2007, ha permitido compartir y discutir contenidos recogidos durante operaciones pesqueras de cerco. De esta forma, estos antecedentes permiten generar discusión y la generación de ideas clave acerca de la viabilidad y limitaciones de algunas medidas de mitigación que aporten a reducir eventos de captura de especies no objetivo (también conocido como bycatch).
Cristián Suazo, coordinador de ATF-Chile, reconoce que “estas son oportunidades únicas para conocer, pero también reconocer el pulso de cómo las pesquerías están asumiendo el desafío de consolidar buenas prácticas a bordo. De hecho, el contar con la activa participación de los actores clave de soluciones en el mar, es una gran señal de una mirada integrada de cómo nos hacemos cargo de mitigar nuestros impactos en forma efectiva, pero también segura las especies no objetivo como aves, pero también de forma segura para quien trabaja en el mar”.
